Por un lado, Sevilla
sólo ha sido una excusa para escribir sobre mí mismo. Por otro lado, escribir sobre uno mismo, sin
MacGuffin, es, para vuestro servidor, intentar escalar una pared de roca
completamente lisa. Sevilla me ha dado
muchos puntos de apoyo para afianzar los dedos y pies. Gracias tanto a la pared como a mi
perseverancia he podido seguir subiendo.
No sé si he
llegado a la cima. No importa. No fue la pared que quería conquistar, sino mi
ser y sus misterios, exponiéndolo todo, y esto no tiene nada que ver con una
cima, sino con un fondo. Antes, los
límites puestos por La Sevilla del guiri
me estimulaban, tal como, por ejemplo, un metro estricto estimula a los poetas,
o como las líneas de una cancha rigorosamente arbitrada estimulan a los ballplayers. Ahora estos límites me encasillan.
Al dejar La Sevilla del guiri, tendré que confiar
en que me surja otro tema con posibilidades tan ricas como han sido las del
Guiri para sacar lo mejor de mí. No cabe
duda de que lo hay. Pero, al dar con él,
puede que no haya posibilidad de publicar la obra en un foro que me trae a muchos
lectores. Estos voy a tener que
sacrificar (temporalmente, si tengo suerte), si quiero mantener mi afán de
superación.
Soy escritor en
busca de un MacGuffin que me cunde las reservas hasta la última gota, y me pone
implacablemente de manifiesto; sólo así me puedo observar, estudiar y analizar
como a un ratón en un laberinto, y después publicar las conclusiones, para la
posible diversión y edificación de los demás.
Escribir con una MacGuffin que me engancha hasta dejarme reventar por
él, esto es, para mí, obrar en un estado de gracia.
¿que dejas la Sevilla del guiri?
ResponderEliminarMe acabas de dar un gran disgusto....
Y a mí. He disfrutado mucho con ella.
ResponderEliminarNo pora please. La Sevilla del guiri no puede desaparecer. Es necesario q alguien q nos ve desde fuera nos cante las verdades del barquero. Y el guiri lo ha hecho genial. No te vayas!!!!!!!
ResponderEliminarGonzalo, Ignacio y Manuel, no quiero adelantar mucho más información que la ya adelantada sobre el futuro de La Sevilla del guiri, salvo que estoy decidido terminarla pronto. Quizás alguna publicación me haga una oferta que no puedo rechazar, pero, en los tiempos que corren, lo dudo mucho. Así mejor, creo. De todas formas, es un gran placer saber que he conseguido enganchar a lectores a vuestra altura. (Conozco a Gonzalo y a Ignacio, pues participan en otros foros quizás más interesantes, o al menos más edificantes, que los míos. Vuestros comentarios me animan a seguir escribiendo en castellano. Daré con otro tema, cuando Dios quiera. Un abrazo.
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